Los fuegos artificiales pusieron fin a este acto que este año decidieron emborrachar de menciones a la no crueldad de esta batalla, hecho que produce una cierta antagonía pues batalla y crueldad van casi siempre unidas de la mano.
Un año más, un San Jorge que deja poco sabor de boca representa la historia de la conquista de Cáceres, mi ciudad, a la espera de que el año que viene vuelvan las buenas representaciones que se hacían antaño y que se ciñe a la leyenda que todos los cacereños llevamos en nuestro corazón.
festivales, fiestas
Hasta que no acepten que el protagonista es el dragón, y que esto no va de besos y amorios sino de una batalla y matar gente, no lo harán bien.
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